Es
de la verdad de mí mismo. En realidad no me conozco,
no sé quien soy. Creo ser de una determinada manera,
condicionado por la educación, por la mirada de los
demás. Entonces debo ir al encuentro de mi verdad.
En el presente, ahora, hay un derecho de nacimiento que
es descubrir quien soy ¿puedo poner voluntad al servicio
de conocerme?
El primer paso es aceptarme así como hoy soy. Si
dejo de criticarme, de desestimarme, aparece la posibilidad
de aprender. Hay un tesoro por descubrir dentro mío.
Aprender a vivir apasionadamente este sendero de búsqueda,
una aventura que es la más emocionante que pueda
existir y debería vivirla con profunda alegría.
Sé humilde, tú no sabes nada, no comprendes.
El camino es comprender. Agradece todo lo que te da vida
y transformate en un ser humano pleno de dignidad.
El verdadero oponente se encuentra dentro de nosotros mismos,
pero está hecho a nuestra medida. No hay nada que
no podamos enfrentar. No vuelvas la espalda a tus enemigos
antes de estar seguro que no hay nada para aprender de ellos.
Permite que la búsqueda de la pregunta ¿quién
soy? se transforme en un centro de atención permanente
en ti. Al estar simplemente viviendo el momento presente,
nuestra vida se vuelve maleable y puede transformarse en
algo maravilloso, digno de ser vivido. Emprende este camino
con alegría genuina
¿Cuál camino?
Aquél que te permita acercarte a tu propio ser. Pero
el camino es necesario transitarlo con otros, solo no se
puede. Pero solamente cuando comprendes que no sabes nada,
ahí comienza la verdadera búsqueda. ¡Comienza
ya!
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