GURDJIEFF ARGENTINA Movimientos y Danzas Sagradas Gimnasia Sagrada En Buenos Aires Grupos de Buscadores
Con el aporte de Carlos Matchelajovic en la Transmisión de la Enseñanza de Gurdjieff - Fue el introductor y difusor del trabajo de Gurdjieff en Argentina
Avalado por Mme Jeanne de Salzmann, principal discípula de Gurdjieff, Carlos llegó a Buenos Aires en 1965 junto a su esposa Daphne Ripman,con el propósito de abrir Grupos de Trabajo. Encuentros Para el Desarrollo Armónico del Ser
GRUPOS DE BUSCADORES PARA PRINCIPIANTES Y ENCUENTROS SEMANALES VIRTUALES PARA AQUELLAS PERSONAS QUE VIVAN LEJOS Y NO PUEDAN ACERCARSE.
UN ACERCAMIENTO ACTIVO A LA ENSEÑANZA DE GURDJIEFF
Grupo Gurdjieff Argentina comparte el Encuentro realizado en Octubre del 2015,compartiendo un Tchaijané o Chai Hané (Casa de Té Oriental),con Muestra de Danzas y Movimientos Sagrados del Señor Gurdjieff,con un Concierto de Música Objetiva,del Ensemble Gurdjieff Argentina y con Danzas compartidas por el público en general.Este Encuentro fue realizado en Homenaje y Agradecimiento al Maestro de Danzas. https://youtu.be/XB3OUsEaCuI
ÉL Y SUS IDEAS FORMABAN UN TODO (Extractos)
Henriette Lannes Cuando las ideas de la Enseñanza del Señor Gurdjieff me fueron expuestas por primera vez, por la señora de Salzmann, aún no se había publicado nada y el nombre de Gurdjieff me era totalmente desconocido. En aquel momento, yo no buscaba un Maestro, aunque me había planteado muchas preguntas: no podía pensar que una enseñanza real y un verdadero Maestro pudieran existir, no creía que eso fuera posible en nuestros días.
Cuando las recibí, el impacto de esas ideas me redujo al silencio. No podía apartar mi mente de ellas. Me perseguían día y noche. Sentía que eran verdaderas.
Me encontraba aún en esa conmoción, cuando fui presentada al señor Gurdjieff. En aquella ocasión, quedé totalmente desconcertada. Lo que sentí evidentemente, fue el impacto de su fuerza tranquila y controlada, y sin embargo casi intimidante y, más que todo, la fuerza de su presencia total, una presencia que uno sentía que se prolongaba hasta la punta de sus dedos. Ella daba sentido a todos sus movimientos que parecían mucho más vivos que los nuestros. Vivos como los de un gato o un tigre. También sentí con fuerza su inmensa generosidad: una generosidad de la cual se puede decir que era más que humana.
Tome entonces conciencia de una enorme barrera, de una separación increíble. El estaba allí, yo estaba allí, y entre nosotros había un abismo infranqueable.…
....¿Que representaba el? ¿Quién era? ¿Qué significaba ese Ser, esta fuerza? ¿Cuánto tiempo mantuve esta pregunta? No puedo decirlo exactamente, tal vez dos años. No trataré de describir este período extraordinario. Comidas, lecturas, intercambios, Clases de Movimientos y Grupos no reunían, con bastante frecuencia en torno al señor Gurdjieff. Ese fue para mí el comienzo de experiencias interiores, a veces muy fuertes y maravillosas, a veces muy duras. Tengo la convicción de haber comenzado a reconocer al señor Gurdjieff a partir del momento en que mis ojos , comenzaron a abrirse: lo veía tal como era a medida que yo me volvía capaz de verme… supe igualmente que yo había venido a él sin nada y que debía agradecerle todo…
INVITACION A PARTICIPAR DE LOS MOVIMIENTOS Y DANZAS SAGRADAS TODOS LOS MARTES A PARTIR DE MARZO
DE 19.30 A 22 HS. EN BELGRANO -NUÑEZ EN AVDA.CONGRESO Y CRAMER
INVITACION A PARTIR DE MARZO 2024 Movimientos de Gurdjieff
Las denomina sagradas porque son utilizadas para transmitir una sabiduría perenne representando ciertas leyes que rigen el
universo, por tanto también al ser humano y porque permiten el desarrollo interno de aquéllos que las realizan. Constituyen una herramienta para la vida diaria que posibilita el desarrollo gradual de la observación de uno mismo de forma desapegada y carente de juicio. Esta vigilancia permite mirar aquellas actitudes, posturas corporales, esquemas fijos de pensamiento y emociones reactivas fruto de nuestro condicionamiento que nos mantienen atrapados en comportamientos automáticos. A través de la observación constatamos que actuamos de forma mecánica y somos totalmente predecibles; determinados comportamientos y esquemas mentales y emocionales, fruto de nuestra personalidad adquirida, ocupan nuestra psicología personal dejando poco espacio para que algo más genuino, espontáneo y auténtico aflore en nuestra vida. Es una práctica que ayuda al auto-conocimiento y que puede revelar otro nivel del Ser.
Los movimientos son parte de una disciplina interior, de una higiene de vida, a través de ellas buscamos conectar con nuestro centro, ese pacífico lugar donde reina la quietud y reside nuestra existencia real. Desde esta conexión emana un equilibrio que posibilita la observación dentro y fuera de nosotros, sin que las personas o los eventos nos sobrepasen y sin recluirnos en espacios interiores que dificulten la interacción con el mundo. Así mientras danzamos, parte de nuestra atención está dirigida al movimiento externo, las filas, la música, el grupo y parte de la atención la dirigimos al espacio interior, al movimiento interno, a las sensaciones físicas sutiles, a los efectos del movimiento en cuanto a pensamientos y emociones que llegan a la consciencia, al espíritu y al arquetipo del movimiento.
A través de las danzas nos hacemos conscientes de la conexión entre las funciones del cuerpo, del corazón y de la mente. Una no cambia sin que las otras cambien, un pequeño cambio emocional afecta nuestra respiración, nuestra forma de estar, el movimiento de los ojos. Su práctica ayuda a armonizar los tres centros: intelectual, emocional y físico. Damos una dirección al centro intelectual anclando nuestra atención en el cuerpo y focalizándonos en una o más cuentas, secuencias y/o palabras, de esta forma adiestramos el pensamiento para que la mente no divague obteniendo una visión más clara y menos subjetiva de la realidad. También tomamos consciencia de las sensaciones físicas en sus diferentes niveles y de la sabiduría inherente del cuerpo; éste, al ser recorrido por una energía de una cualidad superior, recuerda el movimiento y posibilita una mayor presencia. A nivel emocional el trabajo en un principio consiste en darnos cuenta del entramado emocional con el que continuamente nos identificamos. Las emociones surgen y podemos dejarlas caer, no es cuestión de intervenir, ni de forzar su desaparición, simplemente las observamos aparecer y desaparecer, sin obsesionarnos ni alimentarlas, haciéndonos responsables de lo que sentimos. Esta distancia nos aporta un equilibrio que paulatinamente nos permite aprender a vivir las emociones de forma total, apasionada, plena y conscientemente, éstas transmutan así en una energía más sutil que nos conecta con sentimientos genuinos del ser como son la bondad, la compasión, la generosidad, el amor, sentimientos que son innatos pero que de alguna forma están oscurecidos por nuestros deseos y miedos.
El desafío es llevar este trabajo a la vida diaria, aplicarlo en nuestras relaciones interpersonales conectando con los demás de forma más verdadera y esencial más allá de nuestras personalidades, desarrollando vibraciones armónicas que aporten energía más consciente al planeta. A través de su práctica continuada se establece un equilibrio entre los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, creando nuevas conexiones entre ellos y entre las polaridades masculina y femenina dentro de nosotros. Nos ayudan también a recordarnos mientras interactuamos de forma que nuestro centro se fortalece abriéndonos a una cualidad de presencia más alta que permite la receptividad de energías superiores.
Si bien estas danzas son el fruto de un trabajo interior y su finalidad no es su exhibición, la belleza del gesto, de las posiciones, su combinación junto con la música, la atmósfera que crean… nos dan la posibilidad de vivenciar lo que Gurdjieff denominaba “arte objetivo”, un arte cuya fuente no son las emociones reactivas, infantiles o pretenciosas del artista sino que proviene de un lugar verdadero y pacífico pudiendo conmover profundamente no sólo al bailarín, también a las personas que presencian su representación. Edicion Julio 2024 https://drive.google.com/file/d/1bFQNn25pfW79qIdnYZeFypGYhs4aFfQB/view?usp=drive_link
INVITACION A RETIRO ABIERTO
INVITAMOS A TODOS LOS BUSCADORES DE SÍ MISMOS A COMPARTIR CON NOSOTROS ESTA BUSQUEDA
DE LO REALMENTE AUTENTICO!
SOBRE LOS MOVIMIENTOS
La música para los Movimientos.
Cuando Gurdjieff comenzó a enseñar Movimientos en 1917, él mismo proporcionó
acompañamientos musicales con una guitarra prestada de su casero, ya que era imposible obtener un piano. Tocó valses y mazurcas que dijo que venían de un libro de estudio para guitarra, y de Hartmann declara que "tocaba muy bien". El alumno P. V Shandarovsky también participó en estos primeros acompañamientos musicales con su violin Guarneri. A de Hartmann inicialmente no se le dio ningún papel en la música para los Movimientos, y se le exigió practicarlos junto con los otros alumnos. En 1919 a de Hartmann le fue dado, el pequeño papel de tocar "acordes acompañantes" en la clase de danza Dalcroze, de Salzmann, que ella había dejado a cargo de Gurdjieff. Poco después, de Salzmann dejó sus lazos con Dalcroze para seguir a Gurdjieff. Gurdjieff les enseñó a esta clase, sus Movimientos y, más tarde ese año, usó la clase para su primera Muestra de movimientos .
Fue en el Instituto de Gurdjieff en Constantinopla en 1920 cuando comenzó de Hartmann a componer música para Movimientos con Gurdjieff, y a tocar la música regularmente para las clases de Movimientos.
De Hartmann continuó acompañando los Movimientos a través del crecimiento del Instituto, aunque otros alumnos como Rose Mary Nott y Carol Robinson también se dice que acompañaron los Movimientos en Fontainebleau.Es posible que hayan reemplazado a Hartmann en las ocasiones en que no estuvo disponible debido a compromisos musicales ajenos. Solo se le pidió a De Hartmann que anotara la música de los Movimientos desde el 30 de mayo de 1923, "sin duda en preparación para orquestar piezas para las próximas muestras de Movimientos en París. Antes de esto le debe haber sido requerido hacer los arreglos y reproducir la música en las clases completamente de memoria, basados en los dictados de Gurdjieff. De manera similar, los alumnos siempre practicaron los movimientos de memoria ya que no se
permitieron tomar notas coreográficas. Solange Claustres, quien asistió a las clases de Movimientos a partir de 1941, explicó: "Nunca se nos permitió tomar notas coreográficas, porque esta actividad reduciría nuestra primera y completa impresión, a una relación analítica o a una actitud racional.” Esta misma filosofía puede relacionarse con la música anterior a 1923. En 1923 de Hartmann había abandonado la mayoría de sus propios compromisos musicales de enseñanza y composición,
y estaba en gran parte a disposición de Gurdjieff.